Hace varias semanas que no tenía tiempo para compartir alguna de nuestras remodelaciones! En parte se debe a que hace dos meses nos mudamos a casa + oficina nueva y desde entonces cada minuto libre está dedicado a pintar, serruchar, conectar, agujerear, etc.
La casa por fin va cobrando forma y adquiriendo nuestro carácter, así que ahora comenzamos la etapa que más me gusta: las terminaciones decorativas.
Hace tiempo que pensaba en fabricarle un cabezal para la cama con el glamour que se merece mi hija Juana (10 años). Y este fin de semana largo, llegó su turno.
Cabe aclarar que casi todo lo que sé sobre tapicería lo aprendí de blogs y sitios web norteamericanos. De mujeres como yo que llevan un registro de sus "progresos restauradores" y los comparten con el ciberespacio. A ellas les debo un gran agradecimiento y la (casi) obligación de publicar un tutorial de capitoneado en español.
Parece más complicado de lo que es, solo hace falta una tarde libre, hacer fuerza y el condimento óptimo: un marido con habilidades para la carpintería.
De no tener las herramientas (o el marido habilidoso) que cito, todos los procesos son realizables en mercerías o carpinterías (o Easy). Espero que a algún alma inquieta como yo le sirva!
Paso 1. Cortar una plancha de goma espuma de 5cm de espesor a la medida que se desee el cabezal. Un vez cortada, marcar el dibujo que se quiera armar con los capitones. La terminación tradicional es en rombos, como la hice aquí.
Paso 2. Una vez marcados en el dibujo los puntos donde van a ir los capitones, cortar con un cutter (o trincheta) para que queden un agujero que atraviese el espesor de la goma espuma. No tiene que se prolijo, como salga!
Aquí pueden ver que pusimos encima la goma espuma y marcamos los puntos de los capitones a través de los agujeros hecho con el cutter. Una vez marcados, hay que agujerear con un taladro en cada marca.
IMPORTANTE: siempre se empieza por el capitón del centro superior y se van agregando hacia los costados. Una vez terminada la fila horizontal, se sigue con la de abajo, empezando siempre por el centro.
No hay que tener miedo de que la tela alrededor esté floja, al principio parece un proyecto de jardín de infantes mal hecho, pero a medida que se van agregando capitones, va adquiriendo esa paqueta apariencia victoriana.
Hay que tener en cuenta que si la pared tiene un zócalo, hay que restarle la altura del zócalo a la altura de las patas, para que éstas comiencen justo arriba del zócalo, y de este modo todo el cabezal bien pegado a la pared.
Mientras sus padres transpiran la gota gorda, Juana colabora tomando una opípara merienda junto a su amiga Gala. Es que hay que reponer fuerzas para seguir mirando películas...
Y así quedo finalmente!! Aprovecho para mostrarles la lámpara que armamos con un globo de papel del barrio chino, pirotines para muffins y un adorno de acrílico.
Me despido hasta el próximo proyecto, muchos besos desde Patagonia!