sábado, 22 de noviembre de 2014

El dormitorio de un chico grande


Hola amigos! Aquí me siento a escribir, después de mucho tiempo, a reanudar este humilde pero catártico espacio, que no solo me sirve para escribir cuando tengo ganas, sino que cumple la función de diario personal, una bitácora de mis locuras.

Y entre esas locuras, está mi pasión por las renovaciones en mi casa, la decoración y los proyectos DIY. Cabe aclarar, que esta pasión no sería fructífera de no ser por la paciencia incansable de mi marido, Javier.

No solo soporta estoicamente las eternas rotaciones de muebles, cambios de color de paredes, tapizados y almohadones, sino que transpira con maquinaria pesada siguiendo mis croquis improvisados en servilletas de papel, o recortes de revistas del rubro.

Después de 15 años juntos, la lista de proyectos es muy larga. Pero ninguno se compara a este que les presento. Este proyecto es como el doctorado de nuestras habilidades conjuntas.

Hace unos meses, decidimos que la habitación de Rafael (nuestro hijo menor) necesitaba una renovación drástica. Lo que para la mayoría de las personas normales era un cuarto de niño estándar, para mí era un híbrido insulso entre habitación de bebé, rejunte de muebles y distribución inconexa.

Así lucía el lugar (una vez retirada la ropa de cama y almohadones). Bastante “puajjj”.



Al lado de la cama, había dos estantes (reciclados de otros proyectos) que no servían de mucho, y una biblioteca hecha con lo que antes fuera una casita de muñecas de nuestra hija mayor.


Antes de continuar, deben saber que Rafi tiene TGD (un trastorno del espectro Autista) y los cambios en su entorno siempre son planeados en función de hacerle su vida más fácil y amigable.

Hace tiempo que buscábamos solucionar un problema recurrente en su conducta: el sueño cortado y su apariciones en nuestra cama -casi diarias-.

Hablando con su madrina (una experta en el tema y ¡un capítulo aparte!) nos sugirió encerrarle el espacio cerca de su cama, o en otras palabras: construirle una “madriguera”. Al tener un entorno más cerrado, se iba a sentir más protegido de noche y la solución rápida y fácil era cambiarle su cama por una cama cucheta (o marinera).

Pero comprar una cama linda es una solución demasiado fácil para nosotros. ¡No señor!

Así que empezamos a dibujar, a delirar un poco. Y decidimos basar nuestra inspiración en los amores de nuestro hijo: los autos, los talleres mecánicos, los autos antiguos y de colección.

Este es el board de inspiración que armé para iniciar el proyecto:


Decidimos que lo más práctico y rápido era comprar una cama estándar de madera cruda para que nos sirva de base estructural de nuestro “Taller Mecánico Rafa”. Y así comenzó el progreso:

Día 1: Llegó la cama! Primer tarea para Javi: ensamblarla siguiendo un papel de instrucciones bastante precario.




Aquí pueden ver otro ángulo del cuarto: una cómoda que pasó por todas las casas y todos los usos y finalmente terminó siendo guarda juguetes, con tirantes estilo vintage y cajones numerados.

Al lado, un espejo para poder verse la caras, expresiones y movimientos cuando jugamos (¡¡altamente recomendable!!).



Final del día: la cama ya está armada y esperando el proceso de metamorfosis. Rafi, sin imaginarse lo que se viene, igual está feliz!


Día 2: Comienza la mutación! Aquí pueden ver el primer agregado: nos vamos con la estructura hacia arriba. Además, la cama ya queda en su ubicación definitiva.


Día 4: Se cierra la estructura con todos los parantes (armados, cortados y pulidos por Javi) y se preparan los herrajes para ubicar la escalera.


¡¡Rafi sigue feliz!!


Día 5: Ya lista la escalera, Javi empieza el cerramiento con machimbre. Así termina la estructura al final del día.



Finalmente, después de 6 días de sierra, taladro, serruchos y remaches, tomo la posta. Empieza mi turno: hora de dejar de mirar (y de dar órdenes) y de empezar con las terminaciones, colores, telas y pintura!

Y varios días después, el nuevo cuarto de Rafi está terminado y tal como lo imaginamos.

¡Y aquí lo presentamos en sociedad!


El frente está pintado en color crema y envejecido con una mezcla de pintura asfáltica y cera incolora. Toda la estructura y el marco son verde "años '50" y los marcos de las ventanas y el mueble guarda autitos (todo by Javier) están terminados en mi color fetiche de los últimos tiempos: el azul pavo real.

Para terminar: toldito rayado, almohadones estampados, alfombra al tono y EL detalle: un balde sostenido de una polea, para subir y bajar juguetes al "mini playroom" que quedó arriba.

Las letras y cartel de Chevrolet, fueron pintados a mano por moi! Los dos niveles de la cama tienen luces industriales en la pared, con interruptores estilo antiguo.




Los estantes grandes e improductivos, fueron cortados al medio y ensamblados con varillas de madera para armar una biblioteca más angosta y mucho mejor organizada.


¡Pero el nuevo diseño no termina aquí! Del otro lado del cuarto está un mueble hecho a medida por Javi, con una tabla superior que se pliega para ocupar menos lugar.

A la pista de carreras y el aeropuerto los dibujé en la compu, en formato vectorial, y fueron enviados a nuestro proveedor de impresión de vinilo.

Debajo, contenedores plásticos con etiquetas hechas a medida para clasificar... ¡más autos!





Este es el nuevo paraíso de nuestro hijito. ¡Espero que le sirva de inspiración a alguien!

Durante los próximos días, estaré subiendo planos y archivos descargables con dibujos de etiquetas, carteles y las pistas de autos, para todo aquel que quiera incursionar en la fabricación de muebles similares.

Hasta un nuevo proyecto,

Flo