Hola a todos! Siguiendo con la restauración y los tutoriales de tapicería, aquí va nuestra última obra de arte.
Esta banqueta es muy especial para mí ya que de todos los muebles heredados de la familia es el único (al menos de los que fueron a parar a mi casa) de origen portugués.
Estaba en un estado bastante deplorable y me encontró dispuesta a restaurarle cada moldura. Pero cuando la desarmé y empecé a convivir con ella, sus grietas y rayones me causaron... ternura.
Es una viejita con cicatrices y disimularlas no me pareció muy noble, por lo tanto decidí potenciarlas.
Paso 1. Empezamos por la tarea sucia: desarmar su tapizado (un viejo simil piel animal print) y su relleno de ¡paja y arpillera! Nos llevó un rato largo y tres días de tos, pero finalmente quedó desnuda.
Paso 2. Encolar y reforzar toda la estructura.
Paso 3. Una vez firme, le armé un nuevo elástico, haciendo un enrejado con tiras para persianas que compré en el supermercado. Tienen la consistencia ideal, son resistentes pero flexibles.
Paso 4. ¡Pintura! Esta vez elejí un extremo: esmalte sintético negro brillante, para que se noten bien sus rayones y curvas mochas. Estoy enamorada de los esmaltes en aerosol: se secan el doble de rápido, son fáciles de aplicar y dejan una terminación impecable. El único problema es que hay que hacerlo en un lugar ventilado y en mi caso elegí el jardín de mi casa.
Paso 5. Tapicería: una capa de goma espuma de alta densidad, ya que va a ser un mueble de uso diario y quiero que además de lindo sea muy cómodo. Luego una capa de guata para suavizar los bordes y una capa de lienzo de algodón (el más barato) para unificar todo y fijarlo a la estructura.
Paso 6. Terminación en cuerina color crema. En este caso le hice unas costuras dobles para darle algo de relieve y más fuerza al tapizado. Cuando coso cuerina, cuero o lonas plásticas, utilizo un prensatela de teflón a mi máquina de coser. En el caso de las cuerinas o ecocueros me gusta coserlos con hilo de bordar a máquina, es el más resistente.
Paso 7. Unas tachas esquineras (con cuidado de no martillarse los dedos) para darle un toque de paquetería y ¡a disfrutar!
¡Hasta la próxima!
Genial. Acá tengo una silla antigua que era de mi viejo, con el tapizado agujereado y medio descolada, que si un día pasás por acá, te espera.
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